Buscar este blog

lunes, 25 de abril de 2011

Comienzo a escribir y realmente no sé por dónde empezar; A decir verdad, desconozco porqué me encuentro en este preciso instante frente a este cuaderno, pero supongo que hé de dejar hablar al corazón y que las palabras fluyan por sí solas, en total libertad, sin murallas ni barreras que las mantengan encerradas en mi interior. 
Felicidad. Ese es el vocablo preciso que encaja a la perfección con mi actual estado de ánimo, aunque aún tengo alguna que otra espinita clavada, varias cuentas pendientes con mi pasado que deberé intentar resolver, o al menos superar; solo así podré finalmente pasar página y poner rumbo hacia la nueva vida que a base de esfuerzo y afán de superación estoy comenzando a forjar.
Miro atrás y observo mi propia progresión, a la vez que tomo conciencia de lo mucho que he avanzado, todo lo que estoy consiguiendo superar y lo mucho que aún me queda por mejorar. Me doy cuenta de todas las cosas que he conseguido y que nunca antes pensé poder lograr, y eso me da fuerzas y energía para seguir mejorando y luchando por vivir la vida que realmente yo misma quiero vivir, y como ya he escrito antes, me alegra pensar que, pasito a pasito, voy superando obstáculos y cumpliendo los objetivos y metas que me impongo.
La necesidad de dar un nuevo giro a mi vida es un sentimiento que llevaba ya años acompañándome, pero que por falta de valentía, por una serie de circunstancias que se cruzaron en mi camino o por simple dejadez, nunca hasta ahora me había atrevido a afrontar. Pero bueno, suele decirse que nunca es tarde si la dicha es buena, y en mi caso particular realmente lo es, y de hecho, a pesar de la tardanza con la que he emprendido este nuevo viaje, ya comienzo a recoger los frutos de lo que poco a poco he ido sembrando.
Han sido muchos cambios en muy poco tiempo, y puede decirse que no todo a sido precisamente un camino de rosas; pero, como todos sabemos, a quien algo quiere algo le cuesta. Nunca es fácil renunciar a nada, pero a veces para avanzar hay que dejar cosas atrás, que en un determinado momento te colmaron de felicidad pero que con el paso del tiempo y el influjo de la monotonía y el acomodamiento se han convertido en meros obstáculos que se han de apartar.
Creo que el inicio de esta nueva etapa, comenzó con la ruptura definitiva de mi última relación sentimental; de esto hará ya aproximadamente unas tres semanas. Ese ha sido uno de mis primeros pasos. Al fín reuní el valor suficiente para tomar esa decisión. Algo que, sin lugar a dudas, ha influido positivamente en mí, y a la vez me ha demostrado a mi misma que sí que tengo valor y fuerza, dos cualidades que nunca pensé poseer pero que comienzan a aflorar y a formar parte de mi personalidad. Hé de admitir que los días posteriores a la toma de esta decisión fueron bastante duros. En ningún momento me he arrepentido, es más, sigo convencida de que era algo totalmente imprescindible para alcanzar la plenitud y felicidad que actualmente anhelo y voy consiguiendo.

Todo camino hacia el progreso y la felicidad conlleva sufrimiento al principio, se han de dejar muchas cosas atrás, pero es el precio que hay que pagar por conseguir tus sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario