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lunes, 25 de abril de 2011

A todos aquellos que me jodieron la infancia

A veces, echar la vista atrás duele, pero más duele el darte cuenta de lo mucho que te ha afectado, lo mucho que llevas dentro y que por falta de valentía o simplemente por dejadez has guardado en tu interior y con el paso de los años va creciendo el rencor, el odio, el resentimiento y, en menor cantidad, la tristeza.
Tantas cosas guardo en mi interior, muchas palabras por decir, muchas antiguas rencillas sin resolver… el pasado en sí no me atormenta, ya que no deja de ser más que eso, pasado; si algo aprendí a base de palos es a vivir el presente, sin mirar el futuro ni mucho menos el pasado, vivir día a día, sin acordarme del mañana ni del ayer, sólo del hoy. Pero aun así, siento la necesidad de soltar todo aquello que me invade por dentro, que he guardado durante años y que muy poca gente ha llegado a conocer. Rencor, es lo que siento hacia ciertas personas con las que me crucé en el pasado y que durante muchos años, demasiados diría yo, me hicieron sufrir aprovechándose de los problemas personales que me impedían defenderme y minaban poco a poco mi fortaleza. Sinceramente, no sé qué hacer con todo esto, pero siento que como no lo suelte, no lograré zanjar totalmente el pasado y el rencor, la rabia y la inseguridad seguirán atormentándome. No es nada fácil vivir lo que viví, y mucho menos sufrirlo en silencio. Años y años de burlas e insultos en el colegio. Los motivos, los desconozco, pero supongo que siempre es más fácil ir a por el que, por unas u otras circunstancias que aún no me siento con ganas de contar, transmite más debilidad. Aún recuerdo esas tardes llorando a escondidas en casa, intentando que nadie se percatase de mi sufrimiento. Silencio y soledad, dos palabras que han definido a la perfección mi vida durante al menos 15 años; a decir verdad, hace bien poco que comencé a “levantarme”, a ser más o menos feliz.  Hace unos 5 o 6 años, decidí cambiarme de colegio (para ello, muy a mi pesar, tuve que contar a mis padres aquello que a la par que tristeza me hacía sentir bastante vergüenza), pensando que así mis problemas desaparecerían. Pero hubo algo con lo que no conté: tantos años viviendo aquello acaban minando el interior de cualquiera que haya pasado por algo así, con lo que llegué al instituto y prácticamente no entablé relación alguna con nadie, estaba totalmente bloqueada, la idea de que pudiese volver a sucederme lo mismo hacía que me encerrase en mí misma, que no confiase absolutamente en nadie. El simple hecho de mantener una pequeña conversación ya me parecía un reto prácticamente inalcanzable. Con lo cual, mis años de instituto tampoco son para tirar cohetes, pero al menos fueron menos amargos.
Como si pasar por ello no fuera suficiente castigo, hace aproximadamente 4 años llegó la separación y posterior divorcio de mis padres, del que no voy a dar detalles para reservar su intimidad y, en parte, la mía propia. Fueron casi los momentos más difíciles que pasé, estar en el medio no es una posición nada fácil y menos si encima no te pilla precisamente fuerte psicológicamente. Lo pasé muy mal, pero fue hace tan sólo dos años, cuando me di cuenta de que debía cambiar, echarle “narices” a la vida y seguir adelante. Más o menos conseguí que el pasado no me afectara tanto, pero sigo sin poder librarme de la dichosa inseguridad, del qué dirán, del miedo a volver a pasar por lo mismo, por el rechazo y las faltas de respeto gratuitas y sin motivo aparente. Y esto es lo que, aún hoy en día, me impide entablar nuevas amistades, me hace parecer seca y borde, algo que realmente no casa del todo con lo que soy, y hace que, obviamente, la gente pierda interés en conocerme, ya que las primeras impresiones hacen mucho, y las que yo transmito la mayoría de las veces no es que sean demasiado agradables ni apetecibles. Yo lo intento, de verdad que sí, pero no sé de dónde sacar la confianza, el miedo al rechazo y a revivir nuevamente el pasado me impide avanzar, y vuelvo de nuevo a la misma espiral: silencio y soledad.
Quiero dar las gracias a una persona en concreto, ella ya sabrá que me refiero a ella, por todo el apoyo que me ha dado a pesar de no estar pasando ahora por uno de sus mejores momentos, y también pedirle perdón por alguna vez no haber sabido comprenderla o haberla ofendido, la verdad es que tengo mucho que mejorar, pero quiero que sepas que aquí me tienes para lo que necesites y que tires “palante” que te va a salir todo genial, te lo aseguro, y que te quiero muchísimo.
Sé que el haber contado estos aspectos de mi vida, puede no beneficiarme, y sé que incluso habrá gente que tratará de utilizarlo en mi contra o será objeto de mofas, pero al menos así esa gente tendría un motivo para reírse, no gratuitamente como lo han hecho todos estos años. Realmente lo que más me duele es que yo, que ni lo busqué, siga sufriendo por ello a pesar del paso de los años, mientras ell@s seguramente ni se acuerden de ello o incluso se sientan orgullosos. Pero bueno, así es la vida. Lo he soltado porque era lo que debía hacer para quedarme en paz conmigo misma, así ya no tendré nada de lo que avergonzarme y a ver si a partir de ahora consigo ser yo misma y encontrar totalmente la felicidad, que creo que también la merezco.
PD: El que se quiera reir que lo haga, a mí ya me da exactamente igual. Y si lo lee alguna de las “personas” implicadas, espero que se sienta “orgulloso” de sí mismo y de su ausencia de conciencia.
Dicho esto, gracias al que lo haya leído y disculpas por el sermón, pero es lo que tiene desahogarse tras tantos años de silencio.
 
 

1 comentario:

  1. A pesar de que lo hayas pasado mal por muchos motivos, seguramente eres una chica más completa que todos los que se han reído de ti. No debieron de juzgarte como te juzgaron en su momento. A las personas se las conoce por como son, no por lo que aparentan ser.

    Muchísimo animo, y visto todo lo que has sufrido seguro que te llegarán momentos muy felices!!!!!!!

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